RINDE
Cantidad aproximada :
Entre 25 y 30 Orejas
EQUIPAMIENTO
Bol de mezclado , rasqueta, cepillo de panadería y rodillo para amasar
TIEMPO DE ACTIVO
45 minutos
TIEMPO TOTAL
2:10 Horas
Esta es la receta de orellas de entroido con la que siempre nos deleita la abuela Capón,
hemos ajustado bien los ingredientes y aportado nuestro pequeño toque moderno
Ya llegan los carnavales, época de disfraces, fiesta y como no, comidas y postres tradicionales.
Aquí en Galicia las comidas y sobretodo los postres son sagrados; rosquillas, filloas y orejas no pueden faltar, y suelen ser el punto final de copiosas comidas familiares.
Hace un tiempo ya habíamos subido nuestra receta para unas estupendas filloas gallegas, que puedes ver aquí, y este año nos hemos animado a subir nuestra receta para unas deliciosas orellas de entroido, u orejas de carnaval.
Nos hemos apegado mucho a la receta tradicional, la misma que la abuela ha hecho por años y años, simplemente hemos medido las cantidades que ella maneja a ojo para poder reproducir la receta sin problemas.
Sólo al final hacemos nuestro pequeño aporte moderno, que le da un toque adicional y que esperamos que te guste.
Si no conoces las orellas de entroido son unas masitas muy delgadas fritas que asemejan en forma a una oreja de cerdo, de ahí el nombre, es una receta sencilla y sin complicaciones, pero vale la pena seguir unas cuantas recomendaciones para que todo vaya bien.
Uno de los secretos del éxito de unas buenas orejas es que sean delgaditas, para que luego de freírlas resulten crujientes, de manera que al morderla hagan crack y se rompan en un montón de miguitas que inunden tu boca.
Los pequeños pueden acompañarlas con un chocolate caliente, y los mayores con un buen licor café.
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Ingredientes
- 500 g fariña do país (harina gallega)
- 100 g mantequilla
- 2 huevos medianos
- 115/125 ml leche
- 15 ml anís para la masa y reserva un poco más para el toque final
- Pizca de sal
- Ralladura 1 limón
- 100 g azúcar glass para después de freír
- Abundante aceite de girasol para freír
Algunas notas acerca de los ingredientes
Si no encuentras harina gallega puedes reemplazarla con una harina de media fuerza o panificable.
En la receta tradicional la abuela apuesta por la manteca de cerdo, o una mezcla de mitad y mitad de manteca y mantequilla, nosotros hemos optado por mantequilla sin sal porque es más fácil de obtener y también es algo más fácil de trabajar
La cantidad de leche oscila un poco, esto es porque distintas harinas absorben distintas cantidades de agua, la idea es tener una masa flexible y fácil de trabajar que sólo sea un poquito pegajosa, de manera que si le echas una pizca de harina ya no se pegue.
Instrucciones
1
En un bol casca los huevos, y añade la ralladura de limón (y naranja si se quieres), a continuación agrega la leche, la mantequilla derretida y el anís.
Bate bien todos los líquidos hasta incorporarlos bien y conseguir una mezcla homogénea.
Poco a poco ve añadiendo la harina, incorpórala con una cuchara al principio y ya luego con las manos.
2
Cuando quede poca harina pasa la masa a una superficie de trabajo enharinada y comienza a amasar incorporando el resto de la harina.
Aquí hay que esmerarse un poco, amasar unos 5 minutos y dejar reposar 10 minutos, y repetir el ciclo dos veces más.
Al terminar coloca la masa en un bol y déjala reposar tapada a temperatura ambiente durante una hora.
Si no la vas a utilizar al momento puedes de pasarla a la nevera, y sacarla una hora antes para que atempere cuando la vayas a usar.
3
Para formar las orejas se toman pequeñas bolitas de masa de unos 25 a 30 g para después estirarlas muy finas.
4
Es una masa fácil de estirar si cuentas con buen rodillo y tienes cuidado de enharinar la masa y el rodillo levemente a mitad del estirado.
A mí me gusta usar un cepillo de panadería para ir dándole un par de pasadas y dejar la harina justa para que no se pegue.
Como consejo creo que es mejor estirar todas las orejas antes de ponerse a freír, ya que al momento de la fritura hay que estar bastante atento; en segundo de despiste pueden pasar de estar deliciosamente doraditas a marrones y achicharradas, así que simplemente estiro todas las que tenga pensado freír y con un poquitín de harina entremedio las voy apilando para tenerlas listas.
5
Para freírlas hazlo mejor en abundante aceite de girasol u otro neutro y fríelas de vuelta y vuelta, la temperatura más bien alta, pero sin que el aceite humee.
Luego pásalas a papel de cocina para retirar el exceso de aceite, cuando enfríen espolvoréalas con abundante azúcar glass, sacúdelas un poquito para quitar el exceso y ya está, unas deliciosas orejas de carnaval al más puro estilo gallego, irresistibles.
6
Ahora os cuento un pequeño truco que usamos para reforzar el aroma del anís, muchos de los aromas de la masa se pierden en el proceso de fritura, la alta temperatura los volatiliza, así que lo que hacemos es poner en un atomizador un poco de anís y le damos una toque muy sutil una vez que ya están fritas y justo antes del azúcar.
La manteca de cerdo se encuentra en cualquier súper, no se fríen cuadradas hay que juntar dos puntas para que tenga forma de oreja de cerdo
Tienes toda la razón Carmen! a veces tomamos algún que otro atajo para facilitarnos la vida, pero la tradición manda y el pliegue de las orejas es el toque autentico.
saludos y gracias